Mientras ando por la calle junto a mi hija dejo el brazo muerto, la mano desnuda tendida, como un anzuelo tentador en su mar de indiferencia. Ella es pequeña aun y no le da vergüenza dar la mano a su padre. Se abalanza hacia ella y me la estruja con entusiasmo y devoción.
Un apretón de mano que simboliza todo en nuestra relación: intimidad, confianza, seguridad, cariño. El apretón de una niña es un lazo a tu corazón para dejar maniatadas tus excusas.
Jugamos a decir palabras con apretones que el otro repite, tratando de imitar la misma intensidad y frecuencia. A ella le gustan los dos apretones fuertes y sin apenas pausa. Yo prefiero tres apretones seguidos y suaves como su mano pequeña e inocente.
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